La teoría nos dice que es posible conocer a cualquier persona del planeta a través de sólo seis contactos. Si mi amigo Fernando conoce a cien personas, y cada una de ellas conoce a su vez a otras cien, es posible formar una cadena en la que el número de conocidos aumenta de manera exponencial, de modo que en teoría yo podría comunicarme con el alcalde de Segovia, su ciudad, en un máximo de seis movimientos.
De este modo hoy he llegado hasta el mismísmo Richard Nixon. Estuve hablando con un profesor de Historia americano, que me contó que conocía a una bibliotecaria, que a su vez era conocida de la madre del presidente americano. ¿Lo ves? Y esto en sólo cuatro saltos. Si uno pasa por encima el detalle de que el bueno de Nixon hace tiempo que nos dejó, es posible seguir la cosa, y tú, que me conoces, podrás decir que llegaste hasta...
Qué, ¿sorprendido? Así es la teoría de los seis grados de separación. ¿Una tacita de té?
qué obsesión con el té, ¿¡qué te han hecho los ingleses?!
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