Los hombres de gris de Momo me aseguran que son varios años los que han pasado desde entonces. Tendré que creerles. Yo me acuerdo bien de la extrañeza que sentí aquella tarde, cuando aquel amigo me dijo que no sabía quién era la chica de la foto. La chica, que veíamos en la portada de un vinilo, ropa colorida, pelo alborotado, gafas de sol redondas, era Janis Joplin.
Hoy, que me siento valiente, me he puesto un disco suyo. Mi amigo Pablo C. sabrá lo que quiero decir. Yo aprendí con ella la lección difícil del rock psicodélico. El caso es que entonces esa materia me gustaba; hoy no iría a clase, directamente. La energía de Cheap Thrills, por suerte, se canaliza en Kozmic Blues, el álbum que he escuchado, y la cosa mejora. Joplin es una vocalista potente, con mucho feeling, y aquí su banda la acompaña bien, sin hacer virguerías.
Si vengo a contar cosas de Janis, ¿por qué la otra foto? Tengo reciente lo último de Lady Gaga, y al ponerme a Joplin, me ha soprendido el contraste. El sonido del de Joplin, por extraño que parezca, me ha resultado actual: es original, es auténtico, y sigue vigente. El disco de Gaga, por contra, me ha parecido un refrito. ¿Dónde estaría esta chica, si no fuera por toda esa algarabía? Tanto da: dentro de unos años tampoco se acordarán de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.