viernes, 23 de septiembre de 2011

Casa tomada

Hay un cuento breve de Cortázar que se llama Casa tomada.  Si lo conoces, recordarás cómo dos personas que están en su casa sienten una presencia, algo que les obliga a ir dejando la casa habitación tras habitación hasta que, finalmente, tienen que abandonarla, sin haber visto quién o qué la está ocupando.

Estaba cenando en la cocina cuando llamaron a la puerta la alemana y la japonesa.  En eso llegaron mis compañeros de piso, los alemanes, y al poco otra alemana más, y otra.  Y yo de vuelta en la cocina, con mi plato de tallarines con tomate y queso, y mi vaso de bebida, veía cómo iban llegando y cómo el sitio se quedaba pequeño.  Y mientras terminaba de cenar, allí estaban ellos tomando su cerveza y comiendo sus patatas, conversando un poco conmigo, mientras yo me sentía como un extraño, como un intruso en mi propia casa.

jueves, 22 de septiembre de 2011

La lista de la compra

      Tallarines                            0.89
      Macarrones                         0.85
      Arroz basmati                      1.59
      Solución lentillas                 4.00
      Queso Lancashire              1.50
      Salsa                                  1.55
      Pan de molde                      0.66
      Mermelada de fresa            0.84
      Aceite de oliva                     2.89
      Miel clara                            1.50
      Queso D. Gloucester          1.50

      Total                                £17.86

martes, 20 de septiembre de 2011

Un nuevo enemigo

                


             
               Para
                     Mira
                     Escucha
                     Cuidado
                     con los trenes




 


Mira cómo se asoma.  Mira cómo enseña la patita.  Para.  Mira.  Escucha.  Cuidado con el tren.  El tren es un enemigo antiguo que siempre está al acecho.  Tomé esta foto en la estación del aeropuerto de Gatwick, donde me senté para comer con una compañera.  Tenía que esperar al autobús que me llevase al campus, al autobús, claro, no al tren, que es un enemigo peligroso.  Lo saben los ingleses, que lo inventaron.  ¡Y yo sin saberlo!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Once upon a time...

Hace unos días...  no, esta no es manera de empezar, igual que ya nadie comienza un cuento diciendo "Érase una vez que se era", o "Había una vez".  Claro que, por otra parte, "Once upon a time... " es como empiezan ahora los cuentos en España y mirad si no las canciones, ese otro tipo de cuentos.  Ahí están las cantantes españolas cantando sus canciones en inglés, por ejemplo.  Cosa que yo no les discuto, y si alguna vez he sido un poco desdeñoso con ellas, ha sido para que se dieran por enteradas y supieran que tienen una forma un tanto mecánica de decir el inglés, y recordaran que el castellano también sirve para cantar pop.

Hace unos días compré en Internet un disco de Luthea Salom.  Luthea (que es una manera de decir Lucía) es la chica de la foto.  En la tienda de su página oficial lo compré, lo tenía a mejor precio (y me refiero al disco físico, no a un mp3) que El Corte Inglés o la Fnac.  Lo curioso es que Luthea ofrecía su disco firmado, e incluso lo dedicaba si se lo pedías.  Sunbeam Surrounded by Winter me ha llegado hoy con un corazoncito dibujado y el nombre de Luthea.  ¡Pero que nadie se lleve a engaño!  Ésa es sólo una parte:   la música tiene corazón, igual que la firma, pero también tiene pegada.  Y su inglés no tiene queja.  No, porque en el Canadá radiante...  "En el Colorado brillante las chicas montan a caballo y estragan soberbiamente nuestro deseo"... esto es de André Breton... en el Canadá radiante la chica aprendió de pequeña tanto el inglés como el español de sus padres.  En Spotify tenéis la música de Luthea, allí podéis empezar con la canción Accidents.  Yo ya no tengo que recurrir a Spotify porque, hace unos días...